LOMI LOMI,
el arte del masaje hawaiano
El Lomi Lomi ("masaje" en hawaiano) tiene su origen en la polinesia, y más concretamente, en los antiguos chamanes hawaianos, custodios de la filosofía Huna.
Combina el trabajo del terapeuta en los planos físico y energético, creando amplias ondas expansivas que, a modo de las olas del mar, intentan conseguir la armonía total en el paciente trabajando todos los músculos y facilitando el flujo de la energía enquistada. El terapeuta trabaja casi exclusivamente con los antebrazos, ayudado de aceites esenciales que crean una envoltura suave, nutritiva y aromática para el tratamiento, ideal para la relajación.
La filosofía Huna
La filosofía tradicional hawaiana, Huna, relaciona el correcto funcionamiento del cuerpo con la curación. Una afirmación esencial es que todo busca la armonía y responde al amor. El Lomi Lomi trabaja sutil pero profundamente en los músculos con continuos movimientos ondulantes, pero aunque esa técnica es importante para el masaje, otra parte primordial participa del amor que el terapeuta pone en el paciente, canalizado a través de sus manos. Para la filosofía hawaiana, el amor no se refiere sólo al afecto que uno siente por alguien o algo, sino también a la tolerancia, la aceptación o el respeto, entre otros conceptos.
Esta es una de las claves del Lomi Lomi: celebrar, amar y nutrir el cuerpo de otro como si fuera el propio. Dado pues que el terapeuta trabaja intuitivamente, un masaje hawaiano puede ser lento y muy relajante o más rápido y vigorizante, dependiendo del momento y del paciente.
El terapeuta
Iván Fernández ha sido formado como masajista por la Academia Gallega de Masaje en Vigo, y ha aprendido las técnicas de masaje Lomi Lomi en la escuela de Steiner Ltd. en Londres. Lleva trabajando como masajista desde 2000 en diversos SPAs, balnearios y empresas dedicadas al masaje en España y el extranjero.
Aloha
(alegre compartir de la vida en el presente)
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